12 semanas sin gluten
Bienvenidos chicos, demos paso a una nueva semana.
Como ya saben, vivir sin consumir gluten es muy positivo para nuestra
salud, ¿así que por qué no intentarlo? En el tema de hoy, veremos si estás
list@ para iniciar un reto de 12 semanas sin gluten ¿Qué tal?
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Saludos.
Acepte el reto: 12 semanas
sin gluten
Llegamos al final de nuestra serie sobre los perjuicios del gluten, y
hoy me voy a centrar en cómo comer sin gluten o, mejor dicho, cómo disfrutar
comiendo sin gluten. La lista de alimentos prohibidos es larga.
El gluten está en los cereales, principalmente en el trigo, la avena, la
cebada y el centeno, fáciles de recordar por sus iniciales CTATC. Y es que
pueden ordenarse para obtener una sigla capicúa:
C: centeno
T: trigo
A: avena
T: triticale (cruce entre centeno y trigo)
C: cebada
Hay gluten en el pan, la harina, las galletas, las tartas, los dulces,
la pasta, las hamburguesas, las pizzas, las carnes y los pescados empanados,
las croquetas, las salchichas, las salsas, el caldo en pastillas, los aliños,
el vinagre de malta, pero también en los preparados y espesantes que contengan
harina o almidón (lo cual sucede casi siempre).
En la práctica, no sólo se verá obligado a evitar estos alimentos, sino
también a renunciar a los platos precocinados y a las verduras en conserva
estofadas, que contienen casi siempre gluten o trazas de gluten.
De modo que, en lo referente a los alimentos que hay que evitar, hay
tantos que surge una angustiosa pregunta: “¿Pero entonces de qué me voy a
alimentar yo?”
Cómo disfrutar sin gluten
¡Pues muy sencillo! ¡Caviar, foie, bogavante, salmón ahumado y
crustáceos en todas las comidas! Todo ello acompañado de un buen Vega Sicilia y
champán.
Estoy de broma, obviamente. Pero
lo he hecho para incidir en un aspecto esencial: la mayor parte de las veces,
los alimentos más sabrosos y fuertes en sabor no contienen gluten. Lo cual es
una excelente noticia que espero hará que un gran número de personas se decida
a intentar, al menos durante un tiempo (12 semanas), el régimen sin gluten para
comprobar si su salud y su nivel de energía mejoran (lo que va a suceder en
muchos casos).
Si lo piensa bien, la harina y el almidón no saben a nada. Y los alimentos
ricos en gluten tampoco saben a gran cosa. Lo que les da sabor es el azúcar que
se les añade y el sabor a tostado que se obtiene tras cocerlos (corteza de pan,
bollos, caramelización…). Pero el sabor a tostado se debe a la presencia de
proteínas glicadas, que son muy malas para la salud porque provocan el
envejecimiento de la piel, de las arterias y de órganos vitales (como los ojos
o los riñones).
Por lo tanto, comer sin gluten significa comer fruta y verdura fresca,
carne, fiambres artesanales, huevos, pescado y marisco, aceite, legumbres,
frutos secos y nueces de todo tipo, mantequilla, queso, cacahuetes si no es
alérgico a ellos…
Por supuesto, estará acostumbrado
a consumir todos estos productos acompañados de otros que contienen gluten.
Pero confíe en mi experiencia, es muy fácil acostumbrarse a comer carne
acompañada de una ensalada o de judías verdes antes que de pasta, o queso y
fiambres sin pan.
Por otra parte, también hay alimentos sin gluten pero ricos en glúcidos
(y, por lo tanto, indigestos) con los que se pueden acompañar las comidas
cuando uno se muere de hambre: patatas, arroz, maíz, etc. Sin embargo, yo no se
los aconsejo, ya que su índice glucémico es por lo general alto (y comerlos
equivale a tomar azúcar a bocados de lo rápido que se transforman en glucosa en
el estómago y hacen subir el nivel de azúcar en sangre). Si va a tomarlos,
decántese por el arroz basmati semiintegral, los boniatos y el trigo sarraceno,
alimentos interesantes si practica actividad física con regularidad.
Además, tiene toda una gama de alimentos poco habituales pensados
fundamentalmente para personas que comen sin gluten, como la quinua, el mijo o
productos a base de soja, por citar los más habituales.
Pero ¡cuidado!, no caiga en la típica trampa de querer sustituir el pan
por pan sin gluten, la pasta por pasta sin gluten, los dulces por dulces sin
gluten, etc.
Un error lamentable,
frecuente y caro
De hecho, se trata de un error muy frecuente que cometen los que están
empezando el régimen sin gluten. El gluten, como ya he dicho, son proteínas que
hacen que el pan, los bollos y los bizcochos tengan ese aspecto mullido,
inflado y crujiente; gracias al gluten, el pan está bueno.
Hoy día se puede comprar pan, dulces y galletas sin gluten, pero están
muy malos y son tremendamente caros. Para mi gusto, rozan la estafa. Cuando se
empieza un régimen sin gluten, la primera etapa consiste simplemente en
convencerse uno mismo de que no necesita pan, pasta, galletas o bollos para
vivir.
Y es que, de todos modos, los alimentos ricos en nutrientes esenciales,
buenos para la salud y ricos en sabor, en su mayoría no llevan gluten. Es
cierto que tenemos la costumbre, férreamente anclada desde hace decenas de
generaciones, de poner siempre algo de gluten en la mesa, pero lo cierto es que
en absoluto es necesario. Comer sin gluten es, en realidad y ante todo, un
cambio psicológico, un cambio en la forma de ver la alimentación.
Aquí está la prueba: casi todo el mundo cree que el mejor desayuno (para
el paladar) consiste en café con leche (un tazón de leche con cacao en polvo
para los pequeños) acompañado de bollos o cereales y un zumo de naranja.
Pues bien, yo le aseguro que disfrutará mucho más y que se sentirá mucho
mejor (y sus hijos también), si decide prepararse un buen desayuno con:
·
medio aguacate con aceite
de oliva, zumo de limón, sal y pimienta
·
dos huevos pasados por
agua
·
un plátano, una manzana o
una naranja
·
té verde
· y que lo complete con
nueces, almendras, avellanas y pasas, o con chocolate negro si todavía tiene
hambre
En lo que a mí respecta, yo también suelo tomar en el desayuno:
· un tomate en rodajas bien
aderezado, con mozzarella, albahaca, aceite de oliva y vinagre de Módena
·
aceitunas
·
una loncha de jamón
serrano
·
unos ahumados (por ejemplo
arenque o caballa)
·
una cucharada de miel o de
mantequilla de cacahuete
·
berenjenas o pimientos en
aceite
·
una tortilla con
champiñones, cebolla, beicon, pimientos…
Pero también debo precisar que trabajo mucho, por lo que consumo mucha
energía, y que además paso mucho tiempo en regiones frías y lluviosas, donde
por fuerza se come más. Por otra parte, me muevo en bici todo el rato y caminar
es mi actividad preferida, sobre todo por la montaña cuando puedo permitírmelo.
Todo esto es para decir que, al empezar a comer sin gluten, lo primero
de lo que se dará cuenta (además de que seguramente se sentirá mucho mejor) es
de que está comiendo cosas mucho más variadas y sabrosas.
Si le da miedo no tener imaginación suficiente para sus comidas, siempre
puede comprarse un buen libro de recetas e ideas para comer sin gluten.
Espero haberle convencido ya de lo interesante y placentero que puede
ser intentarlo, al menos durante 12 semanas. ¡Ya me contará los resultados!
Fuente SanaciónyBienestar
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