Mitos sobre el gluten
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Saludos.
Rompiendo mitos sobre el
gluten
Si no hay
razón médica que sustente la restricción del consumo de gluten podemos
consumirlo dentro de una alimentación equilibrada.
Llevar
una dieta “libre de gluten” se ha convertido en una tendencia en los planes
para bajar de peso; sin embargo, es importante conocer las implicaciones que
tiene restringirlo y si realmente es efectivo como método para alcanzar un peso
saludable. A continuación se muestran los mitos más comunes en torno a este
tema y su explicación científica.
En primer
lugar, ¿qué es el gluten?
Es una
proteína presente en cereales como el trigo, cebada, centeno y, en menor
cantidad, en la avena. También puede ser añadido a productos como parte de los
ingredientes o bien estar presente por razones del proceso de fabricación.
Millones
de mexicanos consumen diariamente gluten a través de los alimentos que forman
parte de la dieta. Tal es el caso de harinas hechas a base de trigo, cebada,
centeno y avena, como pan, sopa de pasta, cereales procesados y galletas, así
como en algunos lácteos, embutidos, colorantes, malteadas, cerveza, whisky,
suplementos alimenticios y algunos productos con fines cosméticos.
Mito 1. ¿Enfermedad celiaca o intolerancia al
gluten?
Se estima
que en México uno de cada 150 habitantes padece de enfermedad celiaca (EC) y en
el mundo se calcula que 1% de la población tiene esta condición³. La EC es un
trastorno inmune y se caracteriza por una intolerancia permanente al gluten,
ocasionando una reacción inflamatoria en la mucosa del intestino delgado que
causa daño en las vellosidades intestinales, lo que dificulta la absorción de
nutrientes como vitaminas, minerales, grasas, proteínas y carbohidratos. Su
diagnóstico se da mediante un examen de sangre.
Algunas
personas presentan síntomas como diarrea crónica, gases y distensión abdominal,
sin embargo, no existe daño en la mucosa intestinal. A esto se le llama
sensibilidad al gluten o intolerancia, es decir, cuando una persona no es
diagnosticada con enfermedad celiaca mediante los exámenes de sangre, pero
tiene una mejoría en los síntomas al retirar el gluten de la dieta habitual.
Mito 2. “El gluten es dañino para la salud”
El gluten
es una proteína de la que recibimos muchos beneficios, como ocurre con
cualquier otro alimento, siempre y cuando se consuma en el esquema de una dieta
variada y equilibrada; por ello no debe ser sobrevalorado ni devaluado. En el
caso de las personas que padecen enfermedad celiaca, el gluten les ocasiona
complicaciones digestivas (diarrea, estreñimiento, dolor, mala absorción de
nutrientes, entre otras).
Mito 3. “Eliminar el gluten de mi dieta me
hará bajar de peso”
El gluten
no causa aumento de peso; sin embargo, las personas que eliminan el gluten de
su dieta de manera estricta, se ven obligadas a dejar ciertos alimentos que
contienen también carbohidratos refinados, a la vez que aumentan el consumo de
frutas, verduras y fibra, razón por la cual es posible mantener un peso más
saludable. Sin embargo, retirar el gluten de la alimentación implica retirar
muchos alimentos de la dieta, por lo que es posible que se presenten
deficiencias por la poca variedad de la alimentación.
Mito 4. “Los alimentos libres de gluten son
bajos en calorías”
Esto es
falso, ya que el aporte calórico depende de la suma de todos los ingredientes
que contenga el alimento o producto, no sólo del gluten. Por ejemplo, un
paquete de galletas de chocolate libre de gluten puede aportar el mismo
contenido calórico que unas galletas de chocolate con gluten; incluso pueden
tener un contenido mayor, ya que para conservar las características de los
productos es posible que se añada una mayor cantidad de grasas.
En
conclusión, si no hay razón médica que sustente la restricción del consumo de
gluten, podemos consumir gluten dentro de una alimentación correcta,
equilibrada en nutrimentos y variada en su contenido. Para obtener el
diagnóstico correcto es importante consultar a un médico y nutriólogo.
Vía
Forbes
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