Regálate un sonrisa
¡Demos la
bienvenida a este Lunes iniciando con toda la actitud!
Empezaremos
está semana con un tema que nos dará un consejo asombroso: tener una sonrisa
para nosotros mismos ¿Cómo? Sigue leyendo y verás que desde hoy cambian tus
días.
¡Buenas
vibras!… y no olvides activar tu Chi.
La Sonrisa Interior: Una técnica para sanar mente y
cuerpo
La
sociedad en la que vivimos provoca un gran desgaste a nivel psicológico. El
ruido, las prisas, el estrés y los problemas terminan minando nuestro equilibrio
mental, por lo que no es extraño que también desarrollemos diferentes
enfermedades a nivel físico. No podemos escapar e irnos a vivir en una gruta en
la cima de una montaña, pero tenemos a nuestra disposición diferentes técnicas
para mejorar nuestra calidad de vida y encontrar la tranquilidad que
necesitamos, incluso en medio del caos. Una de estas técnicas es “La Sonrisa
Interior”.
La Sonrisa
Interior es una técnica taoísta, un sistema filosófico que también se puede
adoptar como una forma de vida. Muchas de las técnicas taoístas tienen una
historia milenaria, aunque en Occidente apenas las estamos descubriendo. Estas
técnicas se basan en el concepto del Chi, y su objetivo es hacer circular esa
energía vital a través de los diferentes meridianos del cuerpo para potenciar
la salud, la vitalidad y el equilibrio emocional y espiritual.
¿Qué es el Chi?
La palabra
“Chi” tiene muchos significados, aunque se podría traducir como energía o
esencia. En el taoísmo, el Chi es la energía que activa el universo, la cual
discurre en ciclos alternados de energía positiva y negativa.
De hecho,
el Chi es lo que nos mantiene activos, cada día usamos una parte de esa energía
vital para realizar nuestras actividades. No obstante, cuando el Chi se
debilita, no solo nos sentimos agotados sino que también puede afectar nuestra
salud. Cuando algunas emociones persisten a lo largo del tiempo, como la rabia,
la tristeza y el miedo, pueden llegar a bloquear esa energía y generar
enfermedades.
Sin
embargo, trabajar el Chi es muy sencillo: basta aprender a relajar el cuerpo y
dejar que la energía fluya. Solo debemos tener en cuenta la regla básica: “la
mente dirige y el Chi sigue a la mente, y el Chi dirige y el cuerpo sigue al
Chi”. De hecho, cuando aplicas la técnica de La Sonrisa Interior lo que haces
es dirigir la energía hacia diferentes partes del cuerpo, tonificando cada
órgano.
En este
sentido, se ha descubierto que los problemas en ciertos órganos están
vinculados a emociones específicas. Por ejemplo, las personas con problemas en
el hígado suelen tener propensión a la ira y el mal humor, los problemas en el
corazón están relacionados con la violencia y la crueldad, un mal
funcionamiento del páncreas ocasiona angustia y tristeza y las dificultades en
los riñones generan miedo e incertidumbre.
El poder de la sonrisa
Al
sonreír, el cerebro capta esa sensación de satisfacción y emite vibraciones
positivas al cuerpo. De hecho, se ha apreciado que cuando sonreímos se liberan
neurotransmisores como la dopamina y la serotonina, que ayudan a relajar el
cuerpo e incluso bajan la tensión arterial. Además, la serotonina actúa como un
antidepresivo. De hecho, muchos de los antidepresivos que se comercializan en
la actualidad no hacen más que actuar sobre los niveles de serotonina a nivel cerebral.
Además, no
podemos olvidar que la sonrisa está vinculada a la glándula tiroidea. El acto
de sonreír aumenta la actividad de esta glándula, aliviando el estrés. Por eso,
no es extraño que un estudio realizado en la Wayne State University haya descubierto
que las personas que aparecen más sonrientes en las fotos también son más
longevas.
El
taoísmo, por su parte, asegura que las células que componen nuestro cuerpo
tienen una membrana muy sensible que es capaz de responder a la sonrisa. De
hecho, cuando sonreímos un estado de bienestar invade nuestro cuerpo y nos
sentimos más relajados.
En este
sentido, un estudio realizado en la Universidad de Kansas despeja cualquier
tipo de duda. Estos investigadores reclutaron a 170 personas, que fueron
divididas en tres grupos. En un grupo, los participantes debían imitar a un
asistente que sonreía, para movilizar los mismos grupos musculares que se
activan durante una sonrisa genuina. En otro grupo las personas debían fingir
una sonrisa y en el tercer grupo, simplemente debían mantener su expresión
normal. Mientras hacían esto, debían resolver una serie de pruebas complejas
que habían sido diseñadas para aumentar su nivel de estrés.
Los
investigadores monitorizaron su ritmo cardiaco antes, durante y después de la prueba,
y también les preguntaron cómo se sentían. Obviamente, el ritmo cardiaco
aumentaba durante la tarea porque los participantes se estresaban, pero en las
personas que sonreían, este volvía a disminuir rápidamente. De hecho, quienes
imitaron una sonrisa genuina tuvieron un ritmo cardiaco más bajo y reportaron
sentirse menos estresados y más felices. Este experimento demuestra que la
sonrisa nos protege y puede reducir el nivel de estrés, aún más si se trata de
una sonrisa auténtica.
La técnica de la Sonrisa Interior
La técnica
de la Sonrisa Interior nos propone dirigir la sonrisa a todas las partes del
cuerpo, incluyendo los órganos internos y el sistema nervioso. Esta sonrisa
transmite energía afectuosa, que tiene el poder de animar, calmar, producir bienestar
y sanar.
De hecho,
se trata de una técnica ideal si experimentas alguna molestia en el cuerpo o si
te sientes estresado, tenso o alterado. De hecho, te ayudará a convertir esa
energía negativa en energía positiva y vitalidad.
Básicamente,
consiste en cerrar los ojos, relajar la mente y recordar algo agradable que te
haga sentir en paz y te dibuje una sonrisa en el rostro o una situación en la
que te hayas reído con todo tu cuerpo. La idea es centrarse en esa sensación de
alegría, ver con el ojo de tu mente esa sonrisa y llevarla por todo el cuerpo.
De esta
forma, con la ayuda de la atención y la imaginación, puedes trasladar esa
vitalidad y sensación de gratitud a cada uno de los órganos. En ese momento
estás creando y emitiendo una sensación interior que sirve para relajar, nutrir
y refrescar los órganos.
Sabrás que
la técnica está surtiendo efecto porque normalmente se experimenta una
sensación diferente en la zona en la que te concentras, puede ser un hormigueo,
calor o ligera presión.
Si nunca
has practicado esta técnica, es probable que necesites orientaciones más
precisas. En ese caso, la meditación guiada de Montse Andrés, una profesional
que ya lleva 18 años incursionando en este campo, te vendrá como anillo al
dedo. Podrás ponerte los audífonos y aislarte del mundo en cualquier momento
del día, para reencontrar el equilibrio físico y mental.
Fuente
Maestro Viejo
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