Elimina la negatividad ¡Ya!
Bienvenid@s chic@s,
es increíble esta experiencia de iniciar agosto con ustedes al igual que
compartir temas que me apasionan y me han ayudado a crecer como persona en
diferentes ámbitos.
Hoy te pregunto: ¿Qué
puede ayudarnos más que tener en balance nuestro cuerpo y mente? Para eso nos
ayuda el Kabbalah. En artículos anteriores les compartí los antecedentes y laforma en que nos ayuda. Ahora ha llegado el momento de limpiar nuestro
yo interno.
Me encantaría saber
que opinan de estos temas y si quieren que hablemos de alguno en especial, no
olvides dejar tu comentario.
¡Excelente inicio
de mes!
Alinear
nuevamente tu alma: Eliminar la negatividad
Limpiar las toxinas incrustadas en nuestra alma crea un nuevo nivel de abundancia que puede fluir hacia nuestra vida. Nuestra alma debe pasar por un proceso de desintoxicación para eliminar todos los aspectos de negatividad y acercarse a la Fuerza de la Luz.
Esta semana, la
energía de la porción de Metsorá nos conecta con la plaga de la lepra. Los
kabbalistas enseñan que la lepra surge de la negatividad que creamos con
nuestra habla maliciosa. A menudo hablamos sin estar conscientes del efecto de
nuestras palabras. Las palabras que pronunciamos tienen poder y pueden influirnos
de forma negativa. Hablamos libremente sin permitir que nuestra conciencia
espiritual nos guíe y nos proteja.
Podemos acceder a
la energía de esta semana y desintoxicar nuestra alma al eliminar la
negatividad que creamos con nuestras acciones, palabras y pensamientos
negativos. Es importante despertar nuestra conciencia y comenzar a darnos
cuenta de que cada palabra que pronunciamos, cada acción que llevamos a cabo y
cada pensamiento que tenemos puede traer energía positiva o negativa a nuestra vida.
En lo colectivo, esto tiene un impacto global que afecta la conciencia general
de la humanidad.
Hay tres niveles
del alma que podemos desintoxicar. Estos niveles son Néfesh, Rúaj y Neshamá.
Cada nivel del alma debe alimentarse constantemente con energía positiva para
que logremos nuestro propósito de vida.
El primer nivel, Néfesh, obtiene sustento por
medio de nuestras acciones. Depende de nosotros qué acciones creamos que nos
conecten con la positividad o la negatividad; es nuestra elección. Cuando
realizamos acciones bondadosas, generosas y de compartir, estamos llenando
nuestra vasija con sustento positivo. En el momento en que nuestras acciones se
centran en la codicia, el egoísmo y la falta de sensibilidad, hemos abierto la
puerta a la negatividad. Esto cierra los canales espirituales en nuestra vida.
Estas acciones crean toxinas en nuestra vida y drenan nuestra energía.
Los kabbalistas
explican que nuestras acciones afectan nuestro sustento y la prosperidad que
recibimos, no sólo en términos físicos, sino también espiritualmente. Nuestro
mayor deseo es crear prosperidad con bendiciones. La clave es reconocer que las
acciones positivas que realizamos, tales como salir de nuestra zona de
comodidad para ayudar a otras personas, nos desintoxican y eliminan la
negatividad.
El segundo nivel de
nuestra alma es Rúaj, y este nivel obtiene su sustento mediante nuestras
palabras. Las palabras positivas ayudan a alentar y a estimular a otras
personas y proporcionan esperanza y compasión. Cuando “chismeamos”, no
valoramos las palabras que pronunciamos y creamos negatividad.
Lo kabbalistas
explican que Rúaj es responsable por nuestras relaciones. Hablar de manera
positiva atrae continuamente Luz a nuestra vida. Esta Luz trae energía que crea
y sustenta relaciones positivas en nuestra vida.
Para limpiar las
toxinas ocasionadas por el habla maliciosa, simplemente debemos cambiar nuestra
conciencia y hablar de forma positiva. Debemos evitar involucrarnos en chismes.
Es sencillo: habla de forma positiva acerca de otras personas y ve cómo
florecen las relaciones en tu vida.
El tercer nivel del
alma es Neshamá, que recibe su sustento mediante nuestros pensamientos. Los
kabbalistas explican que nuestros pensamientos positivos y negativos afectan
nuestra relación con nuestros padres e hijos. Debemos tener cuidado con el tipo
de pensamientos que permitimos entrar en nuestra mente. Los pensamientos pueden
venir de parte de otras personas, nuestro entorno y nuestra conciencia. Tenemos
que estar conscientes y desechar los pensamientos negativos, alejarlos y no
permitir que nos dominen. Mientras más energía les demos a los pensamientos
negativos, más grandes serán las toxinas que hayamos creado en nuestro sistema.
Para purgar las
toxinas de nuestra mente, debemos actuar con restricción y anular los
pensamientos negativos. Reconoce que estos pensamientos te dan una oportunidad
para eliminar la negatividad y revelar una chispa de Luz. Transforma tus
pensamientos negativos de ira, codicia y egoísmo en amor, compasión y dignidad.
Permite que una nueva energía se manifieste y florezca en tu relación con tus
padres e hijos.
Al alinear
nuevamente tu alma mediante la eliminación de la negatividad, abres la puerta
de las bendiciones de abundancia y prosperidad. Debemos ser conscientes de que
nuestros pensamientos, palabras y acciones afectan las bendiciones que atraemos
a nuestra vida. Trasmuta tus acciones negativas por amor, compasión, empatía y
dignidad humana. Esto permite que tu alma se conecte con la verdadera esencia de
la Fuerza de Luz.
Fuente Kabbalah.com
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